Por José Luis Caballero y Patricia Chávez

Desde la última década del siglo pasado, el sistema educativo en México se ha expandido sostenidamente en: matrícula, número de planteles y gasto, acompañado de una expectativa de crecimiento y mejora en la calidad de vida, sin embargo, dicho proceso fue interrumpido abruptamente por la crisis sanitaria, cuyos efectos más perniciosos se dejaron ver entre el 2020 y el 2021, con una caída sin precedente en todos sus indicadores.

Para 2022, se empieza a ver una mejora en los principales indicadores del sector, sí bien no es en todos o en forma generalizada, si percibimos que las expectativas que las personas ponen en la educación a nivel nacional para mejorar sus condiciones de vida, es también la expectativa de mejora en el país. La historia muestra que no hay nación que pueda desarrollar sus capacidades y potencial sin el acompañamiento de la educación y la cultura.

El comportamiento mixto en los principales indicadores de educación superior muestra que la recuperación está en marcha, sin embargo, las políticas encaminadas a combatir la inflación, dados los efectos tan perniciosos en actividad económica, obliga a replantear la estrategia, toda vez que éstas tendrán un impacto directo en el ritmo del crecimiento económico, incluso es previsible que algunas economías pasen por el doloroso camino de la recesión.

El número de planteles o escuelas de educación superior del sistema escolarizado continuó en expansión, para el ciclo escolar de 2022 se contabilizaron 5,874 planteles, 1.4% más que un año antes, sin embargo, el gasto no sostiene. El gasto privado en educación representó el 21.5% del total, ligeramente por debajo del 21.9% de un año antes.

La matrícula del sistema educativo en educación superior se redujo en 0.65% respecto al 2021, con lo que hiló su segunda baja consecutiva, en por los menos los últimos 20 años no se registraba reducción en la matrícula, ello de acuerdo con cifras de la SEP.

En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el presupuesto de gasto para 2022 fue de 48,802 millones de pesos, 3.1% menos, en términos reales al de un año antes, está fue también la segunda baja consecutiva, en 2021 la reducción presupuestal fue de 5.4% real, así en dos años acumuló una baja en sus recursos de gasto de 8.3% en términos reales.

En los últimos 13 años, en promedio la demanda atendida es de 19.7%, no obstante, esta baja en la matrícula, el gasto por alumno en la máxima casa de estudios para 2022, registró una baja de 2.6% en términos reales, con lo que acumuló también su tercera baja consecutiva en este indicador.

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