Foro Internacional de Política Educativa del IIPE UNESCO

Las trayectorias de aprendizaje flexibles (FLP, en inglés) son una nueva e importante dirección política en los sistemas de educación superior de todo el mundo. A medida que el sector se expande rápidamente y los estudiantes se vuelven más diversos, las trayectorias de aprendizaje flexibles apoyan a los estudiantes en todo momento, desde que ingresan hasta que egresan de la educación superior. También pueden ayudar a abordar la equidad y la justicia, y preparar a los estudiantes para las realidades de un mundo cambiante.

Nuevas direcciones en la educación superior

Cómo apoyar la flexibilidad para los estudiantes de la educación superior fue el tema central del reciente Foro Internacional de Política Educativa del IIPE UNESCO. , responsables de la formulación de políticas, expertos e investigadores de más de 80 países debatieron sobre cómo mejorar la eficacia de las FLP en una serie de paneles y talleres paralelos.

El foro también fue una oportunidad para compartir nuevos hallazgos de la investigación internacional plurianual del IIPE sobre trayectorias de aprendizaje flexibles en la educación superior para promover la Agenda Educación 2030 de las Naciones Unidas. Al explorar la cuestión general de cómo las políticas nacionales influyen en las prácticas institucionales para fomentar la flexibilidad, la investigación se centró en las experiencias de Chile, Finlandia, India, Jamaica, Malasia, Marruecos, Sudáfrica y el Reino Unido.

«La educación superior sigue siendo fundamental para la investigación del IIPE para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible globales. Hoy, estamos listos para compartir y discutir los hallazgos con un público verdaderamente internacional de formuladores de políticas».

El escenario global

El foro, que tuvo lugar en medio de la pandemia de COVID-19, fue una oportunidad para discutir el rápido cambio global al que se enfrenta el sector, así como hacia dónde se dirigirá a futuro. También mostró cuán visionarias son las FLP: las evidencian muestran cada vez más que las instituciones que ya adoptaron la flexibilidad estaban mejor equipadas para enfrentar la crisis, que ha afectado a unos 220 millones de estudiantes de nivel postsecundario en todo el mundo.

«Las instituciones de educación superior que han estado ofreciendo enfoques flexibles en su oferta educativa están mejor equipadas para responder a las crisis. Necesitamos sistemas de educación superior que puedan adaptarse a estas nuevas realidades».

Aparte de la crisis actual, las FLP pueden ayudar a las instituciones de educación superior a adaptarse a otros cambios globales. Por ejemplo, la revolución industrial en curso, y el desarrollo de la inteligencia artificial, requieren un enfoque radicalmente nuevo para la actualización y el perfeccionamiento de las competencias y, por lo tanto, un enfoque más flexible para acceder a la educación superior que la participación en programas de grado completo.

«Es necesario que la mayoría de la población activa mejore sus calificaciones y mejore sus habilidades y conocimientos en consonancia con la revolución industrial 4.0.»

Para permitir esto, las instituciones deben adoptar nuevos desarrollos tecnológicos que faciliten la flexibilidad en términos de dónde, cuándo y cómo aprenden los estudiantes. La actual crisis de COVID-19 hizo avanzar la práctica del aprendizaje en línea, sin embargo, algunos interrogantes importantes persisten. ¿Cómo pueden las FLP beneficiar realmente a todos los estudiantes y garantizar la relevancia de la educación superior en los próximos años? Además, como dijo Michaela Martin del IIPE, «el desafío ahora es pasar de la enseñanza a distancia al e-learning de calidad».

«La educación superior se está expandiendo en todas las regiones del mundo. Sin embargo, esto ocurre a expensas de los más vulnerables. No todos los segmentos pueden beneficiarse de la educación superior».

Apoyar el ingreso a la educación superior

La diversidad de trayectorias de ingreso es una de las formas más importantes de apoyar el objetivo político de mejorar la oferta y el acceso a la educación superior. Para ampliar el acceso, un Reconocimiento del Aprendizaje Previo (RPL) exitoso, por ejemplo, necesita políticas nacionales, financiamiento e inversión institucional. La variedad de universidades abiertas, estudios abiertos, MOOC y micro credenciales compartidos durante el foro ilustra cómo ampliar el acceso y desarrollar habilidades en formatos nuevos, más cortos y accesibles, pero certificados.

«Ha llegado el momento de las micro credenciales. Existe una demanda de nuevas competencias. La gente necesita capacitarse y recapacitarse. Necesitamos encontrar un nuevo acceso a la educación superior y evitar esta trampa de la meritocracia.»

Sin embargo, la garantía y el reconocimiento de la calidad siguen siendo un desafío en muchos países. Y, con la proliferación de opciones de programas, se necesita mejor información y apoyo individualizado para ayudar a los estudiantes a tomar decisiones de estudio informadas y reorientarse cuando sea necesario.

Soluciones basadas en tecnología

El aprendizaje mejorado por la tecnología permite a los estudiantes elegir el ritmo, el lugar y la modalidad de estudio. Como se mencionó, la pandemia ha acelerado este cambio hacia el aprendizaje en línea a una velocidad impresionante. Si bien aún se está explorando su impacto, una cosa es segura: este modo de aprendizaje llegó para quedarse. Por tanto, es indispensable pasar de la enseñanza a distancia al e-learning de calidad y definir estándares de calidad para ello. Abordar las disparidades en el acceso tecnológico y el reconocimiento del aprendizaje en línea también es un trabajo en progreso, y este último requiere garantía de calidad de la misma manera que el aprendizaje presencial que deberá organizarse entre instituciones, gobiernos y agencias de aseguramiento de calidad.

Progresión flexible a través de la educación superior

Las políticas de transferencia en la educación superior son necesarias para permitir que los estudiantes reorienten sus estudios y aumenten sus posibilidades de tener éxito en la educación superior. Para ayudar a fomentar transferencias fluidas y el reconocimiento de procesos de aprendizaje previos, los marcos nacionales de cualificaciones que se muestren alineados con la garantía de la calidad jugarán un rol fundamental. La orientación durante el estudio, la flexibilidad en el ritmo de aprendizaje y la combinación del aprendizaje basado en el trabajo y el estudio tradicional son formas útiles de adaptarse a las necesidades de los distintos estudiantes.

«Dado que el camino hacia la educación superior ya no puede limitarse a un solo trayecto, la diversificación debería ser la nueva práctica. Los estudiantes deben poder decidir en qué curso quieren embarcarse y cuándo y dónde quieren estudiar».

El camino a seguir

La educación superior es un sector en constante evolución y adaptación a realidades cambiantes, ya sea en lo que los estudiantes quieren aprender o en lo que demanda el mercado laboral. De cara al futuro, incluso cuando ceda la crisis actual, la flexibilidad seguirá siendo el objetivo de la política.

«Necesitamos detenernos, pensar y cambiar. Las universidades de hoy no son las mismas que las de ayer. No se trata solo de grados y posgrados, eso se acabó, eso es el siglo pasado. Necesitamos pensar en lo que la gente necesita.»

Solo adoptando el cambio y dejando de lado lo que pudo haber sido la educación superior en el pasado, el sector seguirá siendo relevante, equitativo, resiliente, innovador y un medio para que las personas lleven vidas fructíferas y contribuyan de manera significativa a la sociedad. El desafío ahora es fortalecer la gobernanza y los instrumentos que mejoran aún más la flexibilidad, y equilibrar la regulación y los estándares de calidad con la autonomía para crear los sistemas de educación superior del mañana.

UNESCO
09 de abril de 2024