El último número de la serie de informes breves sobre los ODS de UNESCO IESALC explora cómo las instituciones de educación superior pueden mejorar la salud mental de los estudiantes.

En algunos países, hasta el 50% de los estudiantes de educación superior (ES) sufren problemas de salud mental. Por ejemplo, alrededor del 20% de los estudiantes de ES sufren depresión, y hasta la mitad presentan algunos de sus síntomas. Además, el 15% de los estudiantes de ES ha tenido pensamientos suicidas y el 2-3% ha intentado suicidarse. Este porcentaje ha ido aumentando recientemente en muchos países y se disparó durante la pandemia de Covid-19.

En este contexto de creciente concienciación sobre la salud mental, las instituciones de educación superior (IES) de todo el mundo reconocen cada vez más la necesidad de mejorar los servicios de apoyo a la salud mental en sus campus. Estos esfuerzos de las IES por crear un entorno más integrador y solidario para los estudiantes forman parte de su contribución al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3, que promueve la buena salud física y mental y el bienestar de todos.
Las acciones clave que las IES están adoptando para reforzar la salud mental de los estudiantes incluyen:

• Proporcionar asistencia psico sanitaria gratuita.
Proporcionar servicios gratuitos de atención a la salud mental en los campus. Los gobiernos tienen la responsabilidad de apoyar a las IES con financiación, si no prestan ya estos servicios gratuitos a la población en general.
• Diversificar las modalidades de prestación de servicios de apoyo a la salud mental.
Combinar las sesiones en persona, las líneas telefónicas y las consultas por chat en línea, prestando especial atención a la diversidad cultural de los estudiantes.

• Ofrecer apoyo 24/7 para momentos de crisis.
Establecer líneas de ayuda las 24 horas del día para hacer frente a crisis graves de salud mental, como los pensamientos suicidas o ataques de pánico.

• Integrar la salud mental en el sistema sanitario general.
Esto puede complementarse con iniciativas de detección temprana de enfermedades mentales y la integración de los servicios de apoyo a la salud mental en las oficinas de asuntos estudiantiles.

• Formar al profesorado y al personal para identificar los problemas de salud mental.
Capacitar a los educadores y administradores con las habilidades necesarias para reconocer signos de posibles problemas de salud mental y guiar a los estudiantes hacia los recursos adecuados.

• Aplicar políticas académicas flexibles.
Ofrecer facilidades como prórrogas en los plazos de entrega, espacios de examinación alternativos o permisos de salud mental para ayudar a los estudiantes que los necesiten para recuperarse.

• Sensibilizar sobre la salud mental y combatir las ideas preconcebidas y la estigmatización.
Poner en marcha campañas de difusión destinadas a aumentar los conocimientos sobre salud mental entre los estudiantes, el personal y la población general. Estas campañas pueden realizarse de forma independiente o en colaboración con los gobiernos y otros actores.

UNESCO
9 octubre, 2024