Diferentes universidades de todo el mundo adoptan masivamente la analítica de datos para mejorar el rendimiento y la gestión estudiantil, reflejando un cambio profundo en la educación.
Las universidades reciben datos de todos sus alumnos que resultan útiles para encaminar esfuerzos en mejorar la calidad de vida de los estudiantes.
En el ámbito de la educación superior, el conocimiento detallado sobre los factores que influyen en el desempeño académico de los estudiantes universitarios ha cobrado una relevancia sin precedentes; factores como el aprendizaje, la participación en clase, la interacción con compañeros y profesores, la desmotivación y el sentido de pertenencia, son cruciales para entender cómo los estudiantes se desenvuelven en su vida académica. Identificar estos elementos con precisión permite no solo potenciar las fortalezas de los alumnos, sino también detectar a tiempo aquellas debilidades que podrían comprometer su permanencia en la institución.
La posibilidad de realizar este análisis se ha hecho cada vez más factible gracias a la incorporación de herramientas digitales en los procesos educativos, el progreso en computación para el manejo de grandes volúmenes de datos, los avances en el aprendizaje automático, la consolidación de la inteligencia artificial y la implementación de la analítica de datos en educación.
La acumulación y el análisis de datos en las universidades se han intensificado notablemente, en parte, debido al incremento en el acceso a la educación superior que ha experimentado América Latina en las últimas tres décadas. Este aumento es notorio, como lo demuestra un estudio sobre la analítica de datos en ámbitos universitarios donde participó la investigadora Isabel Hilliger, resaltando la ampliación de oportunidades educativas en la región.
El crecimiento en la demanda académica también trae consigo un considerable aumento en la riqueza de datos.
Por otra parte, destacan en otra investigación que América Latina cuenta con aproximadamente 6000 instituciones postsecundarias, de las cuales cerca de 900 son universidades que atienden a casi 500 millones de alumnos. Esta expansión educativa no solo refleja el crecimiento en la demanda académica sino también la potencial riqueza de datos que, si son correctamente analizados, pueden proporcionar insights valiosos para mejorar la experiencia y el desempeño de los estudiantes universitarios en la región.
Con este panorama, se ha incorporado el análisis de datos en su estrategia educativa, revelando así el potencial de esta herramienta en la optimización de la gestión universitaria y en la identificación temprana de problemas como la deserción estudiantil. Como parte de su Plan de Acción 2021-2024, la institución busca fortalecer sus capacidades analíticas para mejorar la toma de decisiones y el apoyo a los estudiantes.
Con la facultad de educación poniendo especial énfasis en la analítica de datos dentro de su Plan de Acción 2022-2025, según afirma la vicedecana Bibiana Urrego, la academia ha logrado organizar mejor sus operaciones y abordar desafíos importantes, como la deserción estudiantil, gracias a este enfoque. A través del análisis de datos, descubrieron que, contrariamente a la creencia común, la principal causa de deserción de los estudiantes después de la pandemia no era psicológica sino económica, y a pesar de que la universidad ofrece alimentación, apoyos para manutención, entre otros, se llegó a la premisa de que esto no es suficiente para aliviar todas sus necesidades, lo que les llevó a ajustar los horarios de clases para facilitar así tiempo en el cual los estudiantes puedan trabajar y estudiar al mismo tiempo.
Más universidades analizan datos
Las universidades están implementando proyectos de analítica de datos para potenciar su eficiencia y efectividad en diversos frentes, desde la evaluación de la investigación hasta la predicción del desempeño estudiantil. Uno de estos proyectos, denominado Horus, desarrollado por la Universidad Nacional de Colombia (Unal), permite la creación de informes automáticos acerca de su capacidad investigativa y resultados en producción científica, cubriendo hasta el momento 16 facultades de la institución.